Emprendimientos al alza: ¿por qué los jóvenes prefieren la informalidad sobre el trabajo corporativo?

En los últimos años, México y gran parte de Latinoamérica han sido testigos de un fenómeno generacional que redefine el mundo laboral: el auge de los emprendimientos jóvenes y el crecimiento del trabajo informal como vía de independencia económica.

De acuerdo con especialistas en tendencias laborales, este cambio no es casualidad. Se origina en una mezcla de factores económicos, aspiracionales y culturales que han transformado la forma en que las nuevas generaciones principalmente millennials y Gen Z conciben el concepto de “trabajo estable”.

Dentro de las principales razones por las cuales los jóvenes prefieren generar un emprendimiento a ingresar al mercado laboral formal destacan las siguientes:

Falta de oportunidades formales atractivas

Actualmente nos encontramos ante un panorama muy desfavorable para muchos jóvenes, quienes después de enfrentarse al desafió de concluir una carrera universitaria o bien al tratar de ingresar a un empleo con mejores oportunidades económicas, se encuentran con un mercado laboral saturado, sueldos bajos y pocas posibilidades de crecimiento temprano. Para muchos, emprender no es solo una elección, sino una alternativa más viable.

Libertad vs. estructuras rígidas

Actualmente los jóvenes valoran la flexibilidad de horarios, el trabajo remoto, la posibilidad de tener múltiples fuentes de ingreso y la sensación de construir algo propio. En contraste, las empresas tradicionales todavía mantienen esquemas rígidos que no conectan con esta visión.

Ingresos inmediatos

El trabajo informal también ofrece flujo de efectivo inmediato: ventas online, contenido digital, oficios independientes, servicios freelance o pequeños negocios pueden generar ganancias rápidas sin largos procesos de contratación.

En nuestro país el emprendimiento dejó de verse como un “plan B” y se convirtió en un proyecto aspiracional y necesario para muchos jóvenes. Redes sociales, cursos digitales accesibles y modelos de negocio emergentes han facilitado que cualquier joven pueda iniciar un proyecto sin grandes inversiones y gracias a esto el autoempleo y la informalidad representa un reto para gobiernos y empresas, pero también evidencia una transformación profunda: las nuevas generaciones quieren construir carreras con propósito, autonomía y creatividad.

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